Descubrí a Almudena Grandes con la lectura de esta novela y quedé hechizada por todo: el argumento, la recreación del Madrid de los años 80 y esa forma de narrar de la autora, tan desgarradora a veces, tan sincera siempre. Pero sobre todo me hechizó el personaje de Malena.
En esta historia el abuelo de la protagonista le regala una esmeralda en bruto, él sabe que la niña porta la “mala sangre” de algunos miembros de la familia, destinados a sufrir y a pagar muy cara su “maldición” de ser seres diferentes, apasionados, imperfectos. En el caso de ella más acentuada por tener a su lado a su hermana Reina que, por contraste, hace lo adecuado en cada situación y a quien todos consideran perfecta. Malena tendrá que vivir muchos años hasta aceptarse a sí misma, a la vida tal como es y al hecho de ir conociendo los secretos, a veces nada agradables, que encierra su historia familiar.
Pues bien, volviendo a la esmeralda, siempre he pensado que Malena es eso: una piedra sin tallar, y no porque el personaje no esté bien perfilado, que lo está, sino porque veo en ella la esencia de la mujer sobre la que la autora escribe una y otra vez.
Cuando la narradora fue tallando la piedra, con el transcurrir de los años, aparecieron otras novelas, y las esquirlas se convirtieron en otras mujeres: Sara, Rosa, Ana... un universo femenino surgió de sus manos y todas tienen algo que ver con Malena, con su valentía, su imperfección, su apasionamiento, su manera de vivir a tragos, que no a sorbos.
Hasta Lulú me parece una precuela de Malena.
Sé que es una manera muy personal de verlo y que hay muchos personajes femeninos en las novelas de Almudena que poco tienen que ver con la protagonista de este libro, pero yo no dejo de verla en cada una de ellas y estoy encantada de reencontrarla siempre.
Y todo esto para decir que cuando vi la película de Gerardo Herrero estrenada en 1995 y protagonizada por Ariadna Gil, Marta Belaustegui, Carlos López y Luís Fernando Alvés, me llevé una grandísima decepción. Y quiero ante todo aclarar que era lógico que esto pasara porque el intimismo de Almudena Grandes, la pasión de sus descripciones, los sentimientos desbordantes de sus personajes no se pueden pasar a la pantalla sin que resulte una historia descafeinada y hasta vulgar.
No critico en ningún momento el trabajo realizado en la película, ni el del director ni el de los actores. En concreto Ariadna Gil (que interpreta a la protagonista) siempre me ha parecido una excelente actriz.
Es simplemente que hay libros complicados de llevar a la gran pantalla, ni el mejor actor podría transmitirnos una parte de lo que se transmite en el libro, ni el mejor decorado se acerca al Madrid que Almudena evoca y esa mujer bondadosa y de pujante sexualidad, tan fuerte y tan frágil a la vez, tan vehemente en sus sentimientos que es Malena... no se me ocurre una actriz que pueda interpretarla. Quizá la Charo López de hace 30 años que ya interpretó con éxito un personaje con cierto parecido al de esta novela: Clara de Los gozos y las sombras, la maravillosa novela de Gonzalo Torrente Ballester.
De todos modos pienso que para las novelas de Almudena Grandes funciona mejor la imaginación, que espoleada por la excelente (y desbordante) prosa de la autora, puede crear en nuestra cabecita la mejor versión cinematográfica que sea posible y, sobretodo, la que más merece el libro.
Poco he leído a Almudena Grandes: tres novelas y un libro de relatos, y ninguno acabó de calarme. Quizás porque ni soy mujer ni he vivido nunca en Madrid. Malena, cómo no, no figura entre lo que he leído.
ResponderEliminarLa película la recuerdo vagamente en las carteleras, pero tampoco la he visto. Tras leer esto no sé si hacerlo. Quizás a mí, que no soy un incondicional de Almudena, la película me pueda parecer aceptable.
Besos, Lola :)
Pues qué se yo si te podría gustar... después de lo que me dices me inclino a pensar que no, porque si los libros no te han entusiasmado, menos lo hará la peli (o las pelis, que de sus novelas se han adaptado un par de ellas más) que muestran una ínfima parte de lo que de bueno tienen los libros.
ResponderEliminarDe todos modos con estas cosas nunca se sabe.;)
Yo confieso: jamás he llorado tanto con una novela, jamás una novela me ha dolido tanto como "El corazón helado", de Almudena Grandes, hasta el punto de tener que dejar de leer a ratos, bien porque las lágrimas no me dejaban ver el texto, bien porque el dolor me hacía dejar el libro. Claro que sin pretender quitarle mérito alguno a la autora, el tema de la novela, el drama de los vencidos en la Guerra Civil española y la miseria moral de los vencedores, seguramente sea el que más me puede, de entre todo lo que me suele conmover.
ResponderEliminarLuego llegó Malena y aunque me empeñé, que mi pareja y mi mejor amiga se ven en este personaje y yo leí la novela para encontrarme con ellas, lo siento Lola pero no: aquí la escritora no consiguió interesarme por ella, se me reveló como una buena narradora y poco más, descubrí su juego de repeticiones que funcionan sólo al principio y por fin cansan, el abuso de un estilo que también le funciona pero aburre... Como el grupo que canta siempre la misma canción, vaya...
Así, yo creo que si vuelvo a leerla será para releer "El corazón helado", aunque la serie de novelas que ha empezado a publicar recientemente también me llama, que el tema vuelve a ser el maldito tema, y uno es masoquista.
Y ahora vamos a por mi película, "Nuestra señora de París". Y aunque tengo que confesar ahora que tampoco es que la versión en que Charles Laughton ES Quasimodo sea pésima, que en realidad está muy bien, ¿cómo se puede malograr uno de los mejores finales de novela, sino el mejor, que he leído, tan romántico, tan bello y tan triste a un tiempo, cambiarlo para empeorarlo de manera tan burda que me cabree como lo hizo, cuando vi esta adaptación de uno de mis libros favoritos con diferencia? Y quizá todavía sea peor responderse, que seguro que fue por lo de siempre, para adaptarse al infantil gusto del público norteamericano, que sólo quiere gentes felices comiendo perdices... En fin... Menos mal que siempre nos quedará volver a leer la magistral obra del genial Víctor Hugo... y seguir soñando que le hago llegar "Nuestra señora de París" guionizada a Peter Jackson para que haga el peliculón que puede salir de esta novela...
La serie de libros que está publicando poco a poco Almudena Grandes tienen buena pinta, al menos he oído hablar muy bien de ellos. Y seguramente cuando vuelva a esta autora será con estos libros. El caso es que el tema a mí también me deja mal, hasta hace unos meses estaba negada a leer sobre la guerra civil, pero empezó a interesarme nuevamente no se porqué y estoy deseando ponerme con varias novelas que tratan el tema.
ResponderEliminarPor cierto, ¿has leído "La noche de los tiempos" de Antonio Muñoz Molina?
No he visto "Nuestra señora de París" ni me interesa si, como dices, han cambiado el final. Soy partidaria de que se respete al máximo tanto el argumento como el espíritu de la novela, caiga quien caiga, y si además lo cambian por motivos comerciales me indigno un montón.
No he leído a Muñoz Molina, no. ¿Me lo recomiendas?
ResponderEliminar¿Y tú, leíste "Nuestra señora"? ¿Sí, no?
Te lo recomiendo encarecidamente, Albert. Además tú sabes apreciar un buen escritor no sólo por el contenido, sino por su prosa, y Muñoz Molina escribe como los ángeles. ¡De veras!
ResponderEliminarSubrayado en mi lista queda, entonces, ¡gracias!
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