Me lo regalaron en un cumpleaños, una de esas personas con buena voluntad que, sin conocer tus gustos literarios, tratan de acertar en su elección. Y efectivamente acertó. Desde aquí se lo agradezco, porque descubrí un gran libro que no me canso de recomendar.Luego supe que esta novela es una de las tres que componen la llamada Trilogía de los Balcanes -las otras son Crónica de Travnic y La señorita- y que se pueden leer de forma independiente. Hasta entonces no había oído hablar siquiera del autor, pero me llamó la atención el título y me intrigó la ilustración de la portada, un cuadro naïf de Iván Generalic, titulado La muerte de mi amigo Virus.
Y sí, se habla de muerte en este libro, pero también de muchas otras cosas. Teniendo en cuenta que es una obra que se mueve a caballo entre lo histórico y lo anecdótico, se puede decir que el resultado es espléndido y que consigue novelar con acierto hechos reales y hacer que las anécdotas inventadas sean de lo más realista.
El Drina es un río, frontera natural entre Serbia y Bosnia, y la ciudad de Visegrad, en la que transcurren los 400 años de esta crónica, se encuentra a orillas de este río emblemático donde cuando aquella zona era una provincia adscrita al imperio otomano, un visir turco mandó construir un puente de piedra, una construcción obviamente práctica pero también simbólica pues une oriente y occidente, Europa y Turquía, cristianismo e islamismo. Un lugar de encuentro y desencuentro, de vida y de muerte. El mismo visir era un soldado jenízaro raptado por los turcos a una familia cristiana y formado después para servir al ejército otomano.
Andric llega a las raíces de los problemas de la península balcánica indagando con maestría en su historia, dando vida a los personajes que viven en la ciudad de Visegrad, al lado de ese puente que se erige en el gran protagonista de la novela: Medmed Pasa Socolovic, el puente de piedra que ve como los hombres, generación tras generación, cometen siempre los mismos errores.
Mehmed Pasa Sokolovic
Me lo apunto, aunque tardaré en leerlo. El libro me parece interesante. Gracias.
ResponderEliminarGracias a tí por tu visita. Y ya verás como no te defrauda.;)
ResponderEliminarUn saludo.
Pues yo me leí "La señorita" y no acabó de convencerme, con lo que "Un puente sobre el Drina", que siempre me atrajo, quedó aparcado, con pocas posibilidades de tomarlo, la verdad, aunque si me lo recomiendas muy, mucho, igual...
ResponderEliminarE iba a poner aquí "Los jinetes" de Kessel, que posiblemente haya sido la mayor y mejor sorpresa por ahora en mi vida como lector, pero por no repetirme más, me repetiré otro poco, en parte, jejeje... Y ya me explico.
Veréis, acabo de hablar de "Rayuela" en la entrada anterior y... Siempre había oído decir que Cortázar era mejor cuentista que novelista, y si había alguien que osaba discrepar al respecto era un loco de dicha novela del genial escritor argentino. Pues bien, andaba yo en esa creencia cuando tras leer sus relatos completos y pasar a considerarle no sólo el mejor cuentista de la historia sino quizá mi autor favorito pensé que tenía que leerle más, que no me podía quedar ahí -había leído también "62 modelo para armar", pero eso podría considerarse una especie de secuela de un capítulo de "Rayuela" que me gustó casi tanto como pero no...
En fin, el caso es que entonces busqué sinopsis de sus novelas, me llamó la atención por encima de las demás el "Libro de Manuel", por considerarse su obra más política y... ¡Por favor, otra lectura extraordinaria! E incluso me atrevería a decir que de algún modo la supera y todo, aunque sea tan sólo porque me parece más cercana, más comprensible, en parte más interesante por su compromiso, su postura crítica con los opresores y en favor de los oprimidos y de los activistas que luchan por cambiar el mundo... Pero bueno, esto depende más del momento lector de cada una, que "Rayuela" habla de las cosas que de verdad importan: del amor, de la amistad, de la pérdida de seres queridos... Claro que ¿no habla también de eso "Libro de Manuel", no hablan de eso también todas las grandes obras literarias? Y además lo hace con la misma poesía, con la misma belleza en el lenguaje, con el mismo estilo, el mismo sentido del humor, la misma originalidad, el mismo arte…
En definitiva, que si os gustó “Rayuela” o os gustan los cuentos de Cortázar y como yo hasta no hace demasiado os habéis quedado ahí, os recomiendo que leáis también “Libro de Manuel” y como iré yo el resto de la obra de este grande entre los grandes. Claro que si Cortázar os gusta tantísimo como a mí, ni falta hace que os diga que hagáis eso, ¿verdad? Que seguro que ya lo estáis haciendo…