miércoles, 14 de marzo de 2012

17/30. Uno de este año: La familia Moskat, de Isaac Bashevis Singer

Esta es la historia de la familia de Meshulam Moskat, casado en primeras nupcias con Minna, de quien tuvo a Joel, Pearl, Hama y Nathan. Su segundo matrimonio fue con Yente Malka, y con ella engendró a Pinnie, Nyunie y Leah, y por tercera y última vez se unió a Rosa Frumetl, que tenía una hija, de un matrimonio anterior, llamada Adele.
Meshulam fue siempre hábil con las finanzas: edificó, invirtió y especuló en bolsa. Con el tiempo fue propietario de varios edificios y de las rentas que estos producían vivían sus hijos y nietos, que ejercían de administradores y cada mes le rendían cuentas.

Nos encontramos en la Varsovia de antes del Holocausto, donde acontecen las diversas historias que se entrecruzan en esta novela, todas dentro del ámbito de la comunidad judía que habitaba en la ciudad, cuando todavía las restricciones no eran tan graves ni el odio hacia ellos tan intenso, de modo que aún podían hacer sus vidas y seguir sus preceptos sin trabas. Y eso es lo que nos muestra Singer en esta estupenda novela en la que se adentra en el universo judío con sus diferentes facciones, su manera de vivir y relacionarse, y los cambios que irremediablemente van afrontando. Esta particularidad es uno de los grandes valores de La familia Moskat y la razón por la que interesa leer más de Singer.
Aunque hay más razones, por supuesto, su prosa es sencilla y certera, con pocas descripciones es capaz de crear ambientes y dar a conocer a sus personajes. Como un prestidigitador de las palabras supo escribir una saga como esta sin que, a pesar de la cantidad de personajes, resulte un problema para la comprensión. Esto lo logró centrándose en varios de ellos y manteniendo a los demás presentes pero sin profundizar excesivamente en sus vidas. Así podemos destacar de entre el elenco de personajes a Abram Shapiro, marido de Hama, el yerno escandaloso e irreverente del patriarca Moskat; a Adele, la hijastra de Meshulah y a su nieta Hadassah, amando las dos a un hombre, Asa Heshel, a quien resulta muy difícil amar. Y también Leah, la hija más joven de Meshulah, que vive enamorada de Koppel Berman, administrador y consejero de la familia, un hombre casado y con hijos.

Como fondo tenemos los cambios que experimenta la comunidad judía, en un momento en que muchos de ellos comienzan a emigrar a Estados Unidos. Los más conservadores siguen confiando en la llegada del mesías que les liberará de todos su problemas, su tradicionalismo en algunos casos se convierte en fanatismo. Los sionistas no reniegan de la llegada del mesías pero son reacios a esperar y quieren forzar una solución para el pueblo judío. Así son muchos los que emigran a Palestina y empiezan a colonizar la futura Israel.

-¿Es una familia numerosa?
-Un ejército. De todas las especies, como en el arca de Noé. Pero ¿de qué sirven los números? Nosotros, los judíos, te lo aseguro, estamos edificando sobre arena. Vivimos en el aire. No nos dan una oportunidad.
-¿De verdad crees en Palestina?
-¿Por qué? ¿Tú no crees en ella?
-¿Qué haremos si los turcos se niegan a entregárnosla? No se los puede forzar.
-Tendrán que entregarla. Existe algo llamado la lógica de la historia.
Y, mientras tanto, ellos celebran el Sabbath, el Purim, la januká y resto de conmemoraciones que les son propias, las mujeres se peinan con trenzas enroscadas hasta que se casan y se rapan el pelo para ponerse la tradicional peluca de matrona. Los hombres se visten con negro ropaje y lucen luengas barbas. Unos y otros parecen incapaces de comprenderse en esta novela donde la idea de pareja queda bastante maltrecha: ni un matrimonio feliz, estable o tranquilo en sus páginas. Da la impresión de que Singer plasmó su gran desilusión al respecto impidiendo a sus personajes ser felices en el amor, haciendo que se casen y se divorcien constantemente, que los más bellos romances se envilezcan, y que se pase del amor al odio con demasiada frecuencia.

No es un libro alegre, por descontado, las contingencias históricas y las biografías de los protagonistas hacen de La familia Moskat una novela bastante nostálgica, que sirve para reflexionar sobre la historia, sobre el pueblo judío y, cómo no, sobre el ser humano en general.

Yanek nunca se cansaba de oír hablar de esta gente que había vivido durante ochocientos años en suelo polaco y nunca habían aprendido la lengua polaca. ¿De dónde venían? ¿Eran descendientes de los antiguos hebreos? ¿Eran, tal vez, nietos de los Khazars? ¿Qué ideal los mantenía unidos? ¿De dónde sacaban aquellas barbas negras como el carbón o rojas como el fuego, aquellos ojos indómitos, las pálidas caras aristocráticas? ¿Por qué los odiaban las naciones de manera tan feroz? ¿Por qué fueron expulsados de tantos países? ¿Cuál fue la apremiante urgencia que los envió a Inglaterra, a América, a Argentina, a Sudáfrica, a Siberia, a Australia? ¿Por qué ha sido precisamente ese pueblo el que ha dado al mundo a Moisés, a David, a los profetas, a Jesús, a los apóstoles, a Spinoza, a Karl Marx.

8 comentarios:

  1. Sombras sobre el Hudson, también de Singer, magnífica. Por cierto, que tiene un hermano, también escritor que era considerado el escritor bueno de la familia.

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  2. Te felicito por tu reseña, me ha gustado mucho, y ha despertado mi interés por el libro que, para ser sincero, no conocía.

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  3. Jose, me apunto "Sombras sobre el Hudson" para leer más adelante. Tendré que investigar sobre el Singer mayor, si era el escritor bueno de la familia... creo que no me lo debo perder. ;)
    Merlino, me alegro de que te haya interesado el libro, no es muy conocido pero creo que merece la pena leerlo. Gracias por tu visita.

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  4. Gran reseña, sí, aunque si te digo la verdad, no acaba de animarme a leer esta novela, ¿eh? Eso de que pasen del amor al odio con tanta frecuencia, que ofrezca esa idea tan desoladora sobre el amor en la pareja, y encima que sea un libro nada alegre... ;-)

    Ahora que para alegre mi novela de este año -copio lo que puse en Facebook:

    "Uno de los mayores y mejores descubrimientos literarios que haya hecho jamás fue "Los jinetes", de Joseph Kessel. Fue leerla y convertirse en una de mis novelas favoritas de todos los tiempos, y todavía la considero así, tanto que es uno de esos libros que estoy seguro que voy a releer, para disfrutarla otra vez. Si os interesa, podéis leer este gran comentario en un gran blog, aunque ojo que revela bastante de la trama: http://madoguna.blogspot.com.es/2011/12/los-jinetes-de-joseph-kessel.html#comment-form Y bueno, siguiendo desde entonces al autor, supe de "El ejército fantasma", comprendí enseguida que tenía que caer y... En buenísima hora, ya son dos, las novelas de Kessel que cuento entre mis preferidas, ésta última un conmovedor relato desde dentro de la Resistencia frente a la ocupación nazi del país vecino, en el que el escritor nos muestra las dos caras de la moneda, esto es lo bonita que es la lucha codo a codo por unos ideales, la camaradería frente a la barbarie, la generosidad frente al abuso de poder y el uso de la fuerza que sólo hace por destruir la belleza por un lado, y por otro lo triste y terrible que fue lo que tuvieron que padecer aquellos resistentes, lo duro de vivir en condiciones penosas, la crueldad de las torturas y los asesinatos de que fueron víctimas, los tremendos sacrificios que tuvieron la valentía de protagonizar por vencer al mal... Impresionante, realmente impresionante..."

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  5. Qué te voy a decir de "Los jinetes" que ya no sepas... XD

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    1. Entonces no te vas a perder "El ejército fantasma", ¿verdad? XD

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    2. Sip, pero primero tengo que encontrarlo...

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