miércoles, 22 de septiembre de 2010

Corazón, de Edmundo de Amicis

Título original: Cuore
Editorial: Gadir Editorial
Traducción: Elena Martínez
Ilustraciones: A. Ferraguti, E. Nardi y A.G. Sartorio
Páginas: 365.

Edmundo de Amicis debía saber que el futuro de las naciones se gesta en las aulas y en este sentido hizo una labor encomiable. Se lo propusiera o no consiguió que Corazón y sus enseñanzas encaminadas en gran parte a forjar un nuevo estado alcanzara gran popularidad, consiguiera múltiples ediciones a los pocos meses de publicarse y fuese leída por un gran número de escolares, y no sólo en Italia, sino en medio mundo, no sólo a finales de Siglo XIX, también un siglo después. Porque siendo una novela de un momento y un lugar específicos es, ante todo, una novela universal. De clara intención pedagógica conmueve sin disimulo al crear situaciones con un fuerte componente dramático en las que se ensalzan valores como el sacrificio, la generosidad, la rectitud, la caridad y el patriotismo. Magnifica la figura de los padres, los maestros, ensalza a las personas honradas que realizan trabajos humildes, a los soldados que defienden la patria y al rey como símbolo de la misma. Me parece significativo que el escenario de la novela se sitúe en Turín, centro propulsor de la unidad de Italia, aunque también es cierto que para esta obra el autor tomó como inspiración lugares que conocía, y él vivía en Turín, incluso parece que algunos personajes están inspirados en compañeros de escuela de sus hijos.

Corazón es el diario de Enrico Bottini, niño de familia burguesa, durante el curso escolar de 1881-1882 –el curso finaliza en el mes de junio de 1882, mes en que murió Garibaldi- y en él se intercalan los relatos de anécdotas contadas por el chico, así como cartas de sus padres y su hermana y un relato mensual que le dan en la escuela, en el que se cuenta “una acción bella y real llevada a cabo por un muchacho”, a tal punto está calculado el efecto aleccionador y patriótico incluso en los relatos que cada uno lo protagoniza un niño de una región diferente de Italia, y todos ellos hacen un gran sacrificio a favor de la patria, o bien por generosidad o amor a otras personas: El pequeño patriota de Padua, Sangre de Romaña, El tamborcillo sardo, El pequeño vigía lombardo... siendo el relato estrella del libro el titulado De los Apeninos a los Andes, en el que el joven Marco viaja hasta Argentina en busca de su madre, a la que han perdido el rastro pocos meses después de que se instalase allí. El periplo del pequeño genovés ha sido mundialmente famoso, sobre todo por su adaptación a dibujos animados.

Aunque muchos de sus personajes son profundamente religiosos y se hacen algunas referencias al hecho de rezar, o a símbolos como llevar una cruz al cuello, el libro no incide mucho en este aspecto, más bien tiene un carácter laico. Sin embargo abundan las lecciones moralmente ejemplarizantes en el entorno de Enrico, y sus compañeros de clase son arquetipos muchos de ellos de las distintas situaciones sociales y de actitudes tanto socialmente aprobadas como reprobables. Por ejemplo Garrone representa la bondad y compañerismo, Votini la vanidad y la envidia, Antonio Rabucco (el albañilito) y Coretti (el leñero) representan a la clase trabajadora, Precossi al niño maltratado por su padre, Stardi la fuerza de voluntad, Carlo Nobis la soberbia, Garoffi el espíritu comerciante, Nelli y Luigino Crossi los niños con tara física, Coraci el calabrés representa al niño inmigrante de otra región de Italia. Y hay dos compañeros que personifican los dos polos opuestos, todo lo bueno y malo que puede tener una persona, de un lado Ernesto Derossi, ejemplo de perfección que acumula virtudes como belleza, inteligencia, bondad, generosidad, y de otro Franti, el niño desalmado, expulsado de otras escuelas, dañino, egoísta que provoca y se alegra del sufrimiento ajeno. La maldad como contrapunto de una bondad que de este modo se hace más luminosa.

El libro se publicó en 1886 y su estilo está influenciado por un lado por el romanticismo italiano, que tenía una fuerte carga de patriotismo y exaltación de las emociones, y por otro del naciente realismo que es evidente en la mayoría de los pasajes del libro, en los que el autor habla de la realidad social de la época y se ven reflejadas muchas de aquellas situaciones imperantes en la Italia de fines de Siglo XIX: el alto índice de analfabetismo de la población (que se puede ver en el pasaje de la escuela nocturna), los esfuerzos de consolidación social de una Italia recién unificada políticamente pero con evidentes diferencias de idioma y desarrollo entre las distintas regiones, la emigración a América por parte de los estratos más pobres de la sociedad, el recuerdo de todas las batallas aún recientes en las que murieron tantos soldados. También se rinde tributo a la escuela pública como una institución que iguala a todos, ricos y pobres, inteligentes y torpes, un lugar donde se aprende a respetar y ayudar, donde el maestro es una autoridad y un amigo que ejerce su oficio con gran amor y su mejor voluntad. Esta igualdad se ve disculpada para niños y niñas, que son educados en distintas secciones y, a juzgar por lo que se lee, apenas participan unos en las vidas de otros pues hasta los relatos mensuales que leen en clase los chicos tienen protagonistas de su mismo sexo. Enrico trata a pocas mujeres: su madre, su hermana y alguna maestra, y en sus juegos, paseos y visitas sólo participan otros niños. Al margen de esto la preocupación del autor por la igualdad social, al menos de una forma moral, es evidente y no resulta extraño que con esas inquietudes se afiliase al Partido Socialista pocos años después de escribir esta novela.

Edmundo de Amicis revisitó el tema de las aulas posteriormente, en 1890 publicó Novela de un maestro y en 1892 Amor y gimnasia. Su patriotismo se vio expresado de nuevo en una apología del idioma italiano publicada en 1905, El idioma gentil y otros temas como la emigración a América se ven reflejados de nuevo en Sobre el océano (1889). Pero ninguno tuvo la repercusión y el éxito de Corazón.

¿Y por qué eligió este título? Quizá sea el ideal para un libro que apela tan directamente a las emociones, que antepone los motivos sentimentales a cualquier tipo de razonamiento, incluyendo, todo hay que decirlo, un toque de chantaje emocional por parte de los padres y profesores. No es extraño, por tanto, que leer esta novela siendo niño emocione en cada una de sus páginas. Leerla treinta años después supone darse cuenta de lo aleccionadores que resultan todos y cada uno de sus episodios, política y socialmente encaminados a aceptar ciertos principios y ciertas instituciones que se presentan como algo incuestionable, supone distinguir una obra fruto de su momento histórico. Y al margen de que se esté o no de acuerdo con estas enseñanzas y, más aún, con su vehemencia, lo cierto es que en cada relato mensual, en cada carta, en cada anécdota el lector -niño o adulto, o las dos cosas a la vez- no se puede sustraer a su encanto, a la expresión generosa de lo mejor del espíritu humano en un mundo que cada vez está más carente de algunos valores importantes. No se puede evitar cierta nostalgia y darse cuenta de que, tantos años después, este libro nos roba de nuevo el corazón.

“Tú empiezas a comprender la poesía de la escuela, Enrico; pero por ahora la escuela puedes solo verla desde dentro: te parecerá mucho más bella y más poética dentro de treinta años, cuando vayas a acompañar a tus hijos y la veas desde fuera, como yo la veo.”
“Ánimo, pequeño soldado del inmenso ejército. Tus libros son tus armas, tu clase es tu batallón, el campo de batalla es la tierra entera, y la victoria es la civilización humana. No seas un soldado cobarde, Enrico mío.”

11 comentarios:

  1. ¡Qué novela tan completa, Lola! Aunque yo también tendría mis reticencias en aceptar la imposición de ideologías políticas y sociales, veo que esta obra refleja muy bien la época y que otorga a los personajes un carácter simbólico en el que, como bien apuntas, se encuentra presente la influencia romántica.
    Este libro siempre estuvo en mis estanterías; mi padre me regaló un ejemplar cuando era niña, pero nunca lo terminé de leer. :/
    Tendré que poner remedio, por lo que cuentas creo que es el mejor momento para leerlo.

    Maravillosa reseña, un abrazo.

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  2. Si, es una novela muy de su época, y como tal hay que entenderla. De todos modos le basta con su buen deseo de resultar edificante y resaltar valores que son universales para convertirse en una obra atemporal.
    Un beso, Andrómeda.

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  3. Hola:
    Me gusta la reseña porque le has hecho justicia. Entendámonos, la función del crítico (o reseñador, o como demonios se nos quiera llamar) es la de situar la obra en su época y mentalidad y entonces abocarla al público actual. Y lo haces, con mucha elegancia, pero sobre todo con justicia.
    No voy apenas a hablar de la utilización que han hecho los sistemas educativos posteriores de "Corazón", que fue intensa. Pero sí de que aunque fuera escrita por un socialista utópico, no era un anarquista, es decir que sí era un defensor del orden establecido y del cambio tranquilo. Lo cual no quiere decir una inmovilidad social, pero se asemejaba lo bastante (la idea de "sé bueno y mantente en tu sitio y verás como serás recompensado") como para que haya pervivido como libro de apoyo escolar durante muchas generaciones.
    Eso es desdeñar lo de bueno que tiene literariamente Edmundo de Amicis, y eso es una injusticia. Es algo en lo que no caes en la reseña, y por eso mis felicitaciones.
    Un saludo!

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  4. Gracias, Lluís. Esta es una novela muy especial para mí y pese a sus defectos, que los tiene, creo que prima la buena intención y no se puede más que elogiar los valores que resalta, muy importantes cuando hablamos de un libro educativo dirigido a un público infantil. Un abrazo.

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  5. Este fue uno de los libros que yo leí en la preadolescencia y me gustó muchísimo, me llevó a tratar de entender cómo se había conformado Italia y las cartas de los padres de Enrico a este siempre me hacían llorar ;) guardo entrañables recuerdos de él. Cierto es que en aquel entonces, no me daba cuenta de lo tendencioso que podría ser...
    Todavía recuerdo lo que lloré cuando se muere la madre de uno de sus amigos (ya ni recuerdo a cual)
    Me ha gustado muchísimo tu reseña ¡gracias!
    Ale

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  6. Me ha gustado mucho tu reseña , realmente es un libro revelador en varios aspectos .

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  7. Bibliobulímica, creo que la mayoría de personas que conozco que leyeron este libro siendo niños lo consideran entrañable. Se ve que, pesar de algunos momentos tristes, todos disfrutamos muchísimo leyéndolo.;)
    Gracias, Claude. Un abrazo.

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  8. Tengo este libro en casa; me lo pasó mi madre que lo recordaba también en casa de siempre. La edición que tenemos es de 1923. Un encanto de libro. Está todo de viejo pero le tengo mucho cariño; o quizás le tengo tanto cariño por lo viejecito que está...
    Un beso,

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  9. ¡Impresionante crítica, me sumo a las felicitaciones, Lola, menudo trabajo te has dado, y qué bien acabado! Y así, claro, poco tengo que añadir, más que mi experiencia personal con este libro que, como digo, fue el primer libro "para mayores" que leí. ¿Y qué decir, de la novela que puede decirse que te hizo lector, más que palabras de agradecimiento y cariño? Bueno, pienso que no estará de más apuntar que siempre pensé releerlo, que tenía mis dudas sobre si habría aguantado el paso del tiempo, ¡y vaya si pasó la prueba! De hecho, yo creo que incluso ganó, en la segunda lectura, que hice hará un par de años. Y es que primero, me conmovió igual o más que la primera vez, y luego ¿que el libro es moralizante? Sí, lo es, aunque ¿qué tiene de malo moralizar, si los valores que transmite son los que tú subrayas en tu crítica? Que me sobra la defensa del patriotismo, sí, pero todo lo demás... Ya me gustaría que todas nosotras estuviéramos transmitiendo esos valores a día de hoy, a nuestros pequeños, y que tantos mayores no los hubiéramos olvidado...

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  10. Gracias, Albert. Hice esta reseña con especial interés: releí el libro y me informé de datos interesantes sobre el autor y la realidad social de aquel momento. Fue muy enriquecedor. Se puede decir un homenaje particular que hice a este libro que no fue el primer libro "para mayores" pero sí uno de los primeros y, sobretodo, uno de los que más me impactó.
    En mi segunda lectura confieso que se me saltó alguna lagrimilla. Es que hay pasajes enternecedores, escenas que se te quedan grabadas... en fin, ¿qué te voy a contar?
    El libro es moralizante, no es una crítica: es un hecho. Y a mí no me parece mal en cuanto a que los principios morales nunca están de más (por desgracia muchas veces escasean) pero creo que es un poco excesivo a veces en el desgarro sentimental que le pone. Por supuesto que más vale el exceso que el defecto, no hay que olvidar que es un libro pensado en principio para educar niños, educarlos en los valores que el autor creía correctos.

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  11. Sí, en eso me recuerda a mi autor favorito, a Víctor Hugo. Y ambos, entre otros, me han hecho llorar. Claro que eso no es difícil, en mí; cada día me parezco más a mi abuela, que era de lágrima fácil, jejeje...

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