Cuando empecé a leer esta novela me sumergí enseguida en su argumento: Jonathan Harker recorre un largo viaje desde su Londres natal hasta el castillo donde vive el conde Drácula, en Rumanía, con el fin de asesorarle como abogado y gestionarle la compra de una casa en Exeter. El camino hacia la morada del conde está repleto de malos presagios, los lugareños se santiguan al saber a dónde se dirige, le piden que no vaya. Jonathan, pese a saber que en aquel lugar abundan las supersticiones, no puede evitar sentirse inquieto. Pronto se confirman todos los malos presagios al tener unas vivencias terroríficas en el castillo, como el hecho de descubrir que su anfitrión se alimenta de sangre ajena. Poco después Drácula llega a Londres en el velero Deméter, dispuesto a tomar posesión de su nueva casa, y con una gran despensa de gente a su merced. Su primera víctima es la bella Lucy, amiga de Mina, quien es a su vez la prometida de Jonathan Harker. Ambas viven la desesperación de ver cómo, sin motivo aparente, Lucy se encuentra más pálida y débil cada día. El doctor Seward se hace cargo del caso pero al no obtener resultados pide a un médico amigo que vive en Holanda que acuda a ayudarle. Él es Van Helsing, especialista en enfermedades oscuras.
Todos ellos y algunos amigos más se tendrán que enfrentar a este ser sobrenatural de que apenas saben nada pero que se cierne como una oscura amenaza sobre Inglaterra y el mundo entero ya que quien muere víctima de Drácula se convierte a su vez en vampiro.
El libro de Stoker es secuela de otros que se escribieron antes, así como precede a tantos que se han escrito después hasta nuestros días en los que el tema ha vuelto a cobrar actualidad, si es que alguna vez dejó de tenerla. Hoy en día se le da al vampirismo distintos tratamientos, pero más interesantes que las historias actuales son las que dieron origen al mito, pues Drácula se publicó en 1897 pero desde el siglo XVII muchos otros habían tocado este tema. Stoker se inspiró en leyendas de Europa Oriental y en concreto en la historia de Erzébet Barthory, también llamada la condesa sangrienta, de la que se decía que se bañaba en sangre para recuperar la juventud, utilizando para su propósito jóvenes doncellas a las que asesinaba. También parece que se inspiró en el libro La tierra más allá de los bosques, de Emily Gerard (1888) y en El extraño misterioso, de autor anónimo, libro publicado en 1860, de donde tomó algunos elementos folklóricos sobre los vampiros, como el control sobre los animales (en concreto los lobos) y la capacidad para convertirse en niebla.
Todos ellos y algunos amigos más se tendrán que enfrentar a este ser sobrenatural de que apenas saben nada pero que se cierne como una oscura amenaza sobre Inglaterra y el mundo entero ya que quien muere víctima de Drácula se convierte a su vez en vampiro.
El libro de Stoker es secuela de otros que se escribieron antes, así como precede a tantos que se han escrito después hasta nuestros días en los que el tema ha vuelto a cobrar actualidad, si es que alguna vez dejó de tenerla. Hoy en día se le da al vampirismo distintos tratamientos, pero más interesantes que las historias actuales son las que dieron origen al mito, pues Drácula se publicó en 1897 pero desde el siglo XVII muchos otros habían tocado este tema. Stoker se inspiró en leyendas de Europa Oriental y en concreto en la historia de Erzébet Barthory, también llamada la condesa sangrienta, de la que se decía que se bañaba en sangre para recuperar la juventud, utilizando para su propósito jóvenes doncellas a las que asesinaba. También parece que se inspiró en el libro La tierra más allá de los bosques, de Emily Gerard (1888) y en El extraño misterioso, de autor anónimo, libro publicado en 1860, de donde tomó algunos elementos folklóricos sobre los vampiros, como el control sobre los animales (en concreto los lobos) y la capacidad para convertirse en niebla.
El nombre de Drácula lo tomó de un noble rumano, Vlad Draculea Tepes, que existió realmente pero nada tuvo que ver con vampirismo, simplemente su nombre y sus orígenes gustaron a Stoker, que en principio iba a llamar a su personaje Conde Wampyr. Podemos ver a Drácula como la evolución de todos los vampiros que le precedieron, sobre los que escribieron Polidori, Charles Nodier, E.T.A. Hoffman, Sheridan Le Fanu, Teophile Gautier... sólo que desde Stoker la figura del vampiro tomó forma y pasó a convertirse en el vampiro tal y como lo conocemos hoy día.
La novela está escrita de manera impecable, con unos recursos muy atractivos, pues frente a algunas incoherencias en el argumento tiene una abrumadora cantidad de aciertos, comenzando por su estructura circular, ya que aunque la parte central se desarrolla en varias lo calidades inglesas el libro comienza y termina en los Cárpatos, y me parece apropiado que sea así, y que el planteamiento y desenlace sean en ese bellísimo y misterioso lugar donde vive el conde. Esto enlaza con la capacidad descriptiva de Stoker, no solo respecto hay pasajes, su fuerza narrativa se extiende a la capacidad de crear ambientes y de describir sentimientos de los personajes que no podrían estar mejor explicados. También resulta atrayente la estructura en forma de diarios, cartas, recortes de periódicos que las hábiles manos de Mina, Jonathan, Seward y los demás recopilan y ordenan para dejar testimonio de esta fantástica historia, haciendo que se alternen los narradores y, por tanto, los puntos de vista. Esto presta mucho dinamismo a la historia y hace a los personajes más cercanos puesto que nos hablan de sus vivencias y sentimientos.
Los grandes temas del libro son la amistad y el enfrentamiento entre el bien y el mal llevado a sus últimas consecuencias. El bien representado en los sentimientos de amor y amistad sin mácula, de gente capaz de sacrificarse y dar todo, su vida si es necesario, por sus seres queridos, y de otro el mal absoluto y perverso, el mal como representación del demonio en la tierra (Drácula significa diablo) y que no satisface otros apetitos que su propia supervivencia destructiva. Y es esta lucha la que nos fascina, hace tres siglos y ahora, y la figura del vampiro al que se teme tanto como interesa, en ese sentido Drácula ha conseguido ser eterno.
“Estaba tras la puerta un hombre viejo, sin barba pero con largo bigote blanco, y vestido de negro de pies a cabeza, sin un solo detalle de color en ninguna parte de su atuendo. (...) El viejo me invitó a entrar haciendo un gesto cortés con la mano derecha y diciendo en excelente inglés, aunque con entonación extraña:
_¡Bienvenido a mi casa! Entre usted, libremente y por voluntad propia.”
“¡Mi venganza apenas acaba de comenzar! La alargaré durante siglos, y el tiempo está de mi parte.”
La novela está escrita de manera impecable, con unos recursos muy atractivos, pues frente a algunas incoherencias en el argumento tiene una abrumadora cantidad de aciertos, comenzando por su estructura circular, ya que aunque la parte central se desarrolla en varias lo calidades inglesas el libro comienza y termina en los Cárpatos, y me parece apropiado que sea así, y que el planteamiento y desenlace sean en ese bellísimo y misterioso lugar donde vive el conde. Esto enlaza con la capacidad descriptiva de Stoker, no solo respecto hay pasajes, su fuerza narrativa se extiende a la capacidad de crear ambientes y de describir sentimientos de los personajes que no podrían estar mejor explicados. También resulta atrayente la estructura en forma de diarios, cartas, recortes de periódicos que las hábiles manos de Mina, Jonathan, Seward y los demás recopilan y ordenan para dejar testimonio de esta fantástica historia, haciendo que se alternen los narradores y, por tanto, los puntos de vista. Esto presta mucho dinamismo a la historia y hace a los personajes más cercanos puesto que nos hablan de sus vivencias y sentimientos.
Los grandes temas del libro son la amistad y el enfrentamiento entre el bien y el mal llevado a sus últimas consecuencias. El bien representado en los sentimientos de amor y amistad sin mácula, de gente capaz de sacrificarse y dar todo, su vida si es necesario, por sus seres queridos, y de otro el mal absoluto y perverso, el mal como representación del demonio en la tierra (Drácula significa diablo) y que no satisface otros apetitos que su propia supervivencia destructiva. Y es esta lucha la que nos fascina, hace tres siglos y ahora, y la figura del vampiro al que se teme tanto como interesa, en ese sentido Drácula ha conseguido ser eterno.
“Estaba tras la puerta un hombre viejo, sin barba pero con largo bigote blanco, y vestido de negro de pies a cabeza, sin un solo detalle de color en ninguna parte de su atuendo. (...) El viejo me invitó a entrar haciendo un gesto cortés con la mano derecha y diciendo en excelente inglés, aunque con entonación extraña:
_¡Bienvenido a mi casa! Entre usted, libremente y por voluntad propia.”
“¡Mi venganza apenas acaba de comenzar! La alargaré durante siglos, y el tiempo está de mi parte.”
La idea de "demonio en la tierra que no satisface otros apetitos que su propia supervivencia destructiva"... ¡Qué bueno! ^^
ResponderEliminarCreo que Pérez Reverte siempre aconseja la lectura de ésta novela. Y es que es un clasicazo. Pena que se arme el despiporre por leer a los advenedizos del género vampírico cuando no se ha bebido de esta fuente.
¡Y que lo digas! Aún estoy convenciendo a mi hermana de que lo lea, ella que se ha leído todo Ann Rice, Stephenie Meyer y compañía...
ResponderEliminarPero la tengo a punto de caramelo, no creas. XD
Un abrazo.
lo tengo pendiente ...
ResponderEliminarun saludo!
Lola, esos peces de colores crean adicción, ¿lo sabes, no? XD
ResponderEliminar^_^
Sin duda tienes que convencer a tu hermana, Lola. Y..., aprovechando, ¡anímala para que lea "Clarimonda"! XD
ResponderEliminarA ver cuando nos volvemos a enfrascar en un libro terrorífico.
¡Besos!
Tenemos alguno pendiente, de los terroríficos y de los otros, Andrómeda. Así que ya volveremos con los colmillitos. :)
ResponderEliminarRecuerdo que cuando me lo dieron a leer en el profesorado, y a pesar de que el tema del vampiro siempre me pareció seductor, lo tomé con recelo. Pero desde la primera línea me atrajo y me sorprendió los recursos fragmentados que utiliza el escritor para contarnos la historia. Como dices es de una factura impecable y se disfruta muchísimo!.
ResponderEliminarGracias Pabela. A mí me pasó al contrario, el tema del vampiro NUNCA me sedujo, hasta que un par de amigos (;)) me animaron y acompañaron en su lectura. En lo de que te atrajo desde la primera línea sí me pasó como a tí... ¡fue imposible dejarlo! XD
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