jueves, 9 de octubre de 2008

Un mundo feliz, de Aldous Huxley

Título original: Brave new world
Aldous Huxley
Editores mexicanos unidos
218 páginas

Argumento
En una sociedad ficticia que se ha impuesto a la existente los individuos están organizados en castas (alfa, beta, delta, gamma y epsilon), algo que se determina genéticamente en los laboratorios ya que se reproducen por métodos artificiales, tener hijos se considera algo obsceno e inaceptable.
Se controla a la población mediante hipnopédia (repetición de frases durante el sueño) y una droga llamada soma, con la que eluden los momentos de tristeza y cansancio.
Lenina y Bernard ciudadanos de esta sociedad, deciden ir de vacaciones a una reserva de “salvajes”, gente que vive de manera similar a como lo hacían en la sociedad que desapareció, y allí conocen a John, hijo de una mujer alfa que fue allí de vacaciones y se extravió, teniéndose que quedar a vivir entre los salvajes. Deciden sacarlos de la reserva, donde John es un inadaptado, pero también fuera de ella es un ser extraño que reivindica los valores de la sociedad anterior a la era “Ford”: religión, cultura, pasión...

Opinión
Ahora que estamos hartos de ver ciencia-ficción y que las fecundaciones in Vitro están a la orden del día este libro no llama la atención, pero hay que tener en cuenta que se publicó en 1932 y en ese contexto sí resulta original y hasta premonitorio.
Está muy bien construido u no deja hilos sueltos: qué pasó con la sociedad anterior, organización de la nueva sociedad, procesos de control de los individuos, ocio, valores, filosofía (muy bien explicado por Mustafá Mond, uno de los altos mandatarios en este sistema), sin embargo los personajes quedan bastante planos, juegan su papel sin más, no llegan a adquirir relevancia, a hacerse querer u odiar por el lector. El “salvaje” John, que es aquel con quien más nos podríamos sentir identificados por representar nuestra sociedad es un ser histérico y fanático religioso. Tiene un acierto: que cita constantemente a Shakespeare, una referencia constante a una cultura y unos valores que ya no existen y sirven para hacer de contraste con esa sociedad acultural, desapasionada y despersonalizada que se nos describe.
Esta historia demuestra que no hay utopías, que cualquier intento de controlar a los humanos es automáticamente una distopía, una sociedad totalitaria donde el individuo pierde su individualidad, porque si la parte irracional e incontrolable de los humanos queda sometida, también queda sometida su libertad.

3 comentarios:

  1. Maravilloso libro! Todo un clásico ya ...

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  2. Libro hermano trillizo de "1984" de Orwell, y de "451 Fahrenheit" de Bradbury. En mi opinión, el mejor de los tres. El padre de estos trillizos: "Utopía" de Tomás Moro.

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  3. Una familia de lo más interesante. ;)

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