jueves, 9 de octubre de 2008

Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós

Edición Orbis-fabbri
826 páginas

Argumento
Fortunata es pobre, huérfana y analfabeta, Jacinta pertenece a una familia burguesa y sabe guardar las apariencias, sólo tienen en común que quieren al mismo hombre: Juanito Santa Cruz.

Opinión
Fortunata y Jacinta tiene un subtítulo: dos historias de casadas. Todo el libro, que se compone de cuatro partes gira en torno a estas dos mujeres. Pero hay muchos otros personajes, de esos que parecen personas reales, y de muchos de ellos se cuenta su historia: Están Barbarita y Baldomero, padres de Juanito Santa Cruz, casados felizmente por un arreglo entre sus padres, o Plácido Estupiñá, el charlatán amigo de los Santa Cruz; Guillermina la pedigüeña, que está construyendo un orfanato con la caridad de los que la rodean; y Mauricia la dura, la amiga borracha de Fortunata; y Evaristo Feijoo, hombre liberal y sensato; y Maxi Rubín, enclencle y delicado; y Doña Lupe, la pesetera con corazón de oro; y Papitos, la criada impertinente; y.... tantos otros.
Cada uno de ellos es retratado con minuciosidad, se habla de su aspecto físico, de su personalidad, de su familia y origen de sus apellidos. Su narran sus pensamientos más íntimos y los más pequeños detalles de su vida cotidiana.
Además de esto Galdós les hace hablar como corresponde a su status, con giros y expresiones que se usaban en el Madrid de la época, algunos que se siguen utilizando ahora.
Quiero destacar el sentido del humor del autor, su ironía y la gracia de los diálogos. Esto hace la lectura más amena, lo cual viene muy bien a una novela tan larga, que podría haberse acortado un poco porque hay situaciones y explicaciones que se hacen repetitivas, a pesar de ello el libro no se hace pesado.
Y por último decir que es un gran retrato del Madrid de 1870, de las convulsiones políticas de entonces, los cafés, la vida en las corralas y en los conventos, hasta del precio de los alimentos se habla. Galdós no escatima en detalles, cuenta en qué calle está tal casa, cómo están las paredes y qué tipo de cortinas cuelgan en las ventanas, con lo que consigue ambientar muy bien los escenarios.
Una OBRA MAESTRA que recomiendo a todo el mundo, y en especial a los madrileños, para que vean cómo era nuestra ciudad hace 130 años.
La serie Fortunata y Jacinta, producida por Televisión Española es una perfecta adaptación de la obra, y los actores que trabajan en ella parecen elegidos a la medida de cada personaje: ¿Quién mejor que Charo López para interpretar (y muy bien) a Mauricia la dura? ¿O qué Fernán Gómez dando vida a Feijoo?
Los decorados y el vestuario están cuidados al detalle, se sigue a rajatabla la estructura de la novela y el argumento está muy bien volcado al guión. Ojalá volviera T.V.E. a hacer series de este nivel.

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