Título original: Of human bondage
Traducción: Enrique de Juan
Editorial Debate
661 páginas
Servidumbre humana fue publicado en 1915, ya en el prólogo el autor advierte que no podría decir qué parte del libro es real y cual imaginaria. Hay muchas similitudes entre Philip Carey, el protagonista del libro, y Maugham: para empezar está esa limitación que a los dos les afectó bastante, sobretodo en la infancia, en el caso de Philip una malformación en el pie, en el del autor la tartamudez. Pero hay más: ambos se quedaron huérfanos bien pequeños y fueron a vivir con su tío vicario, ambos estudiaron en Alemania, trabajaron en una oficina y terminaron estudiando medicina, aunque en el caso del autor dejó la carrera para dedicarse a escribir. No son pocos los parecidos.
Traducción: Enrique de Juan
Editorial Debate
661 páginas
Servidumbre humana fue publicado en 1915, ya en el prólogo el autor advierte que no podría decir qué parte del libro es real y cual imaginaria. Hay muchas similitudes entre Philip Carey, el protagonista del libro, y Maugham: para empezar está esa limitación que a los dos les afectó bastante, sobretodo en la infancia, en el caso de Philip una malformación en el pie, en el del autor la tartamudez. Pero hay más: ambos se quedaron huérfanos bien pequeños y fueron a vivir con su tío vicario, ambos estudiaron en Alemania, trabajaron en una oficina y terminaron estudiando medicina, aunque en el caso del autor dejó la carrera para dedicarse a escribir. No son pocos los parecidos.
Philip Carey, siendo aún muy niño, pierde a su madre y le llevan a vivir con su tío, vicario de Blackstable, y su mujer, poco después le llevan a un colegio interno con la idea de que despierte su vocación religiosa, sin embargo el chico tiene otros intereses... durante más de veinte años acompañamos a Philip en los avatares de su existencia, sus errores, sus aciertos, sus viajes, sus años como aprendiz de pintor en París, sus primeros amores. Con profusión de detalles conocemos los más íntimos pensamientos de Philip y somos testigos de su evolución emocional, de ser un niño retraído y atormentado pasa a ser un joven que madura poco a poco, que trata de buscar su lugar en el mundo.
El mayor acierto de esta novela es la veracidad del protagonista, es tan humano, con sus buenos y malos sentimientos, sus incoherencias, sus limitaciones... que no podemos dejar de seguir sus pasos página a página, cruzando los dedos para que el final encierre un buen destino para él, es lo mínimo que se merece ese muchacho tullido de gran corazón.
Otro de los valores del libro es que nos permite conocer Londres y París a principios de siglo XX: la enseñanza, las condiciones laborales, la estricta diferenciación de clases en Londres, y el ambiente bohemio de los pintores de París, decididos a pasar necesidades por dedicar su vida a la pintura. En este sentido es una novela de gran valor testimonial.
Otro de los valores del libro es que nos permite conocer Londres y París a principios de siglo XX: la enseñanza, las condiciones laborales, la estricta diferenciación de clases en Londres, y el ambiente bohemio de los pintores de París, decididos a pasar necesidades por dedicar su vida a la pintura. En este sentido es una novela de gran valor testimonial.
Como abarca tanto tiempo y varios lugares aparecen muchos personajes, eso sí, de manera cronológica porque no hay saltos en el tiempo, es una narración lineal. Entre los personajes secundarios, unos más destacados que otros, se encuentra Mildred, la camarera que se convierte en un gran amor, aunque destructivo para Philip y que aparece de manera intermitente durante toda la novela, también amigos como Hayward y Lawson, sus tíos y, por supuesto, la familia Athelny, que juega un papel determinante en su destino por acogerle y por ser la familia que Philip siempre había deseado tener.
Esta novela fue acusada de tener un final convencional, yo creo más bien que Carey lo que demuestra con su decisión final es que por fin ha llegado a obtener lo que quería, por fin ha madurado y sustituye todas sus fantasías de juventud por la realidad, que no está nada mal. Sí queda un poco la idea de que se conforma, pero esto es algo que cada lector verá de forma diferente.También fue criticada por estar plagada de clichés, es de entender que en una época de renovación, en la que se exploraban nuevas formas de narrar y ya despuntaban con la calidad y originalidad que les es propia autores como Joyce y Virginia Woolf el estilo de escribir de Maugham resultaba demasiado apegado al pasado con el que se pretendía romper. Todas esas críticas no evitaron que tuviera gran éxito de público, como tenían todas las obras de Maugham. Con su estilo claro y comedido Maugham era un escritor querido por los lectores a pesar de pertenecer, efectivamente, a la antigua escuela. Yo los entiendo, a veces apetece leer este tipo de novelas, narraciones clásicas, libros de gran grosor con muchos personajes, largas historias que acompañan un tiempo y que al final siempre da pena terminar. Maugham es un valor seguro si se quiere leer una novela de este tipo.
SOLO YO
ResponderEliminar17 abril 0:51
(http://chelitaya65.spaces.live.com/)
hola estoy muy de acuerdo contigo con respecto a este libro y su autor yo lo lei hace mucho tiempo varios libros de el y recuerdo una lectura entretenida que te hacia viajar a lugares lejanos y misteriosos