jueves, 9 de octubre de 2008

La puerta, de Magda Szabó

Título original: Az ajtó
Traducción: Márta Komlósi
Editorial Mondadori
317 páginas

Argumento
La escritora protagonista vive con su marido en una ciudad de Hungría. Durante años, por ser una disidente del régimen comunista se encuentra sin poder trabajar, pero cuando el régimen atenuó la represión empezó a tener invitaciones, cursos, conferencias y pudo dar salida a sus escritos. Ante todo este nuevo trabajo busca a alguien que le ayude con las tareas domésticas, y así conoce a Emerec Szeredás, la portera de la finca, una mujer mayor pero de gran vitalidad y afilada inteligencia que se revela como una caja de sorpresas, la última de ellas: su casa, la puerta que nunca había dejado cruzar a nadie.

Opinión
Vi este libro por primera vez hace años en un kiosko de libros de segunda mano. Me gustó. La figura de la portada es una mujer sentada de perfil, vestida de negro con un pañuelo blanco atado a la cabeza: es el retrato de la madre de James Abbott Whistler, pero para mí es la encarnación de la vieja Emerec, al menos así me la imagino.
Es una historia lenta, de las que se van desgranando poco a poco, desvelando la historia de la portera y las etapas de la fuerte amistad con la escritora.
Lo que se cuenta ocurrió de verdad a Szabó, durante unos veinte años Emerenc se ocupó de su casa y se llegaron a querer tanto que ella fue a la única persona a la que la anciana dejó entrar en su casa y conocer su secreto.
Como cualquier larga amistad tuvieron sus altibajos y hubo muchos momentos de crisis. Eran personas muy diferentes: Magda pertenecía a una familia burguesa, era muy religiosa, una intelectual a la que le gustaba tener todo controlado, Emerenc era una mujer orgullosa, generosa, de fuerte carácter, que pertenecía a una familia de campesinos, consideraba un vago a cualquiera que no hiciese un trabajo manual, venía a trabajar a horas intempestivas y tenía una manera muy peculiar de entender la religión, que no pasaba por ir a la iglesia. Pero como dijo Pascal: El corazón tiene razones que la razón no entiende. A pesar de las diferencias llegaron a ser uña y carne.
Está narrado en primera persona con muchos diálogos, los que las dos amigas mantuvieron a lo largo de los años, bueno, me imagino que los más relevantes. Hay otros personajes: el marido de Marga, los amigos de Emerenc... pero ninguno tiene tanta fuerza como los dos principales.
Una novela que conmueve, sobretodo al final.

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