Título original: On the road
Editorial: Anagrama
Traducción: Martín Lendínez
364 páginas
En el camino es la descripción de una serie de viajes que el autor (que en la novela se llama Sal Paradise) hizo por los Estados Unidos entre 1947 y 1949. Algunas veces iba solo, otras acompañado de su amigo Neal Cassady (Dean Moriarty en la novela), o con otros amigos. Visitan antiguas amistades y también conocen gente nueva a la que no tardan en decir adiós.
Este fue el libro de cabecera de una generación de jóvenes de Estados unidos, la generación que luego llamaron perdida (beat), y que fue un precedente del movimiento hippie. Fue un libro muy importante para ellos porque transcribía a papel todo lo que ellos eran y sentían, su filosofía vital, que se puede resumir así:
- Ganas de viajar: Eso sí, lo más alocadamente posible, en autoestop o a toda velocidad en coches sacados de donde sea y en el estado que estén.
- Ganas de vivir intensamente, incluyendo aquí robo de lo que necesites, drogas, alcohol, amores intensos y fugaces...
Así que, en definitiva, el libro sirve para eso, para describir a aquella gente y en aquel momento. Yo soy más tranquila en mi visión de la vida y no he empatizado con la forma de ser y las ansiedades de estos personajes, sobretodo con Dean, al que en esta historia se admira y casi se venera, los amigos le quieren y las mujeres le aman, sin embargo a mí lo único que me parece es un chalado y un egoísta.
Me parecen muy interesantes los viajes que hacen por todo el país para verlos y describirlos con las prisas con las que los protagonistas lo ven, aunque entiendo que ellos, lo que realmente quieren es estar “en el camino”. La narración es trepidante, de frases cortas y sencillas, sin embargo tiene pasajes muy evocadores y he encontrado frases que me han gustado mucho, algunas de ellas definen muy bien el espíritu del libro:
- “De pronto él y yo vimos el país entero como si fuera una ostra abierta; y tenía perla, ¡tenía perla!”
- “Eramos dos héroes derrotados de la noche occidental”
- “Flores santas flotando en el aire, eso eran todos aquellos rostros cansados en el amanecer de la América del Jazz”
- “Todavía nos quedaba mucho camino. Pero no nos importaba: la carretera es la vida”.
- “Un poco más allá se notaba la enorme presencia de todo Méjico y casi se olía el billón de tortillas friéndose y soltando humo en la noche”.
- “Estos individuos eran indudablemente indios y en nada se parecían a los Pedros y Panchos del estúpido saber popular americano”
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